El ombligo de la Tierra. Por Elena Marqués

playa

Desde el muelle Vergara la niña rapanui preguntó por la isla. En la mano llevaba una ramita verde de toromiro con la que pensaba repoblar la tierra y una foto de su madre pequeñita, entre los moáis del Rano Raraku y el cielo engalanado de nubes como sábanas.

Se asomó con cuidado e indagó si allí pescaban con piedra. Como nadie le contestaba, calló en su extraña lengua.

Solo quedaba esperar a que, en la noche, las estrellas la invitaran a tumbarse sobre el mar verdinegro para convertirse en Mata ki te rangi y regresar, al fin, al mundo.

 Elena Marqués

Jurado permanente del X Certamen de Narrativa Breve

3 comentarios:

  1. Qué preciosidad, Elena. Plagado de joyas entrañables y precisas. Nada le sobra, nada le falta. Me ha encantado.

    Un abrazo fuerte, fuerte.

  2. Clara Menéndez

    Mágico y evocador. Como siempre, enhorabuena, Elena.

  3. Antonio Marchal-Sabater

    Sencillamente sublime. No sé por qué, pero desde que lo he leído el calificativi de fresco no se me va de la mente. «Fresco»

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