El especialista lo miró por encima de las gafas.
—¿Qué le ocurre? —preguntó.
—Doctor, llevo varios días con un fuerte dolor en la rodilla —manifestó el escritor contando con los dedos el número de palabras que utilizaba en su explicación.
No satisfecho con los once vocablos rectificó:
—Doctor, me duele la rodilla.
Cinco palabras seguían siendo demasiadas. El paciente, considerado el mejor microrrelatista a nivel mundial, sabía que podía hacerlo mejor. Se llevó ambas manos a la rodilla y finalmente dijo:
—Doctor, pupa.
GANADORA DEL I CONCURSO DE MICRORRELATOS SOBRE MICRORRELATISTAS
Muy bueno, afán sintetizador sin duda 🙂
Qué bueno!Me he reído mucho. Gracias. Espero que no nos volvamos locos con la obsesión de escribir que nos mueve.