«Yo fui muchas cosas. Y he hecho muchas cosas. Una vez, hasta construi un castillo. Incluso jugué a ser mi propio dios. Con mi diosa…
Después, después vagué por fríos e inhóspitos desiertos como éste, con sus gigantescas dunas. Y fue en una de ellas donde encontré a mi genio.
Agua, supliqué, y agua me dio.
Comida, y comida me dio.
Un pitillo, y un pitillo me negó.
Pídeme lo que quieras y lo que quieras te concederé. Habló mi genio.
Le pedí ser todas esas cosas que siempre quise ser, y hasta tener. Me dio un lápiz, un papel y se fue…»
Johannes Keimplatz