—La sentencia del caso dice… Y entonces sonó la campana. Los alumnos salieron y el profesor se fijó en el cartel: Jornadas sobre la explotación infantil en Asia. Ya en la calle, tocó la pantalla táctil del móvil y comprobó que no tenía mensajes. En el aparcamiento, se le acercó un hombre y le disparó. Al instante, pensó en la bronca que le echaría su mujer en cuanto le viese con semejante aspecto. Siempre vas hecho un desastre, le decía. Y efectivamente, en aquel momento, la sangre le goteaba por el rostro y un cráter gigante se abría en su frente como una cueva inexpugnable. —¡Como llegue a casa con estas pintas mi esposa me mata! Se limpió con un pañuelo y trató de ocultar el orificio con el flequillo. Más tarde probó con una tirita. De repente, al otro lado de la calle, reparó en la tienda de sombreros.
Rubén Gozalo Ledesma
Relato seleccionado Certamen Microrrelatos de Abogados noviembre 2011
Fuente: Taller Literario.net