La despertó un ruido. Abrió los ojos. En la noche se agitaba la tormenta.
Se puso las zapatillas, tanteó el interruptor. La luz no se hizo y aquello la hizo temblar. Una avería ahora daría con todo al traste.
Bajó las escaleras con cuidado, atravesó la cocina, se dirigió al garaje. Buscó en la penumbra una linterna. Un círculo blanco le iluminó el entorno.
Eludió las cajas ordenadas para el traslado, pisó sin querer la sangre y abrió el congelador. Suspiró con algo muy cercano a la incredulidad.
Aún la escarcha no cubría la carne troceada. La luz de la linterna brilló como un cuchillo en los ojos azulados de la víctima.
Elena Marqués
Jurado permanente del X Certamen de Narrativa Breve
Qué miedo, Elena. He ido leyéndolo peldaño a peldaño… Por si acaso.
Enhorabuena.