La cena. Por Javier Úbeda Ibáñez

mirada
Iba en el autobús, cuando recibí una llamada de lo más sorprendente. Me anunciaba que había ganado, mediante un sorteo al azar, una cena para dos en el hotel JM de cinco estrellas. Contesté que yo no había participado en ningún juego, y mi interlocutor me repitió, tres veces seguidas, que se trataba de un sorteo aleatorio.

“A la cena no acudirá usted solo, tendrá acompañante”, me comunicó. “¿Lo conozco?”, le pregunté. “No, también ha sido elegido de manera fortuita”. Acudí a la cena, y en ella sólo encontré una docena de miradas tan extrañadas como la mía que tenían los ojos perplejos.

Javier Úbeda Ibáñez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *