No tenía otra opción. La fortuna le deparó que cuando cumpliese los cuarenta y cinco, sufriría un cáncer de mama. Se miró al espejo. Sus pechos eran distintos, antes y después de la enfermedad. Volvió a mirarse ante el espejo, su mentalidad era diferente antes y después de la enfermedad. Ahora miraba la vida en color de rosa, la vida en color de risa. Luchaba y reía sin miedo. El color es un estado de ánimo, una actitud. Vivir.
© Fátima Ricón Silva
A veces, pocas palabras dicen mucho, como en este caso, donde hace homenaje a las mujeres valientes que afrontan el cáncer con una sonrisa. Refleja esa belleza en su actitud, su color y su texto, querida Fátima.
Leerte se está convirtiendo en una fuente inagotable de optimismo. Gracias por darnos esperanza.
Majo y Clara, muchas gracias. Me siento muy emocionada por vuestras palabras. No sé realmente el porqué. No puedo definirlo. Sencillamente gracias de corazón.
Es verdad que el color marca los estados de ánimo, pero tú vas más allá y los identificas, y haces de la risa el color con que afrontar el mundo.
Buena actitud y estupenda prosa condensada. Como el olor de la rosa.
Un abrazo.
Qué reflexión más bonita. Perfecta!!!! Gracias Elena. Me encanta tu exposición. Un abrazo.
Color de risa. Voy a buscarlo a partir de ahora, más allá de tus palabras. Gracias.
Gracias a ti Dies Irae, buscar es garantís de encontrar. Un beso muy fuerte.
Felicidades por transmitir tan optimista y tan linda.
Un abrazo.
Gracias Ameli, un abrazo!!