No, no eras (ni mucho menos) la que yo imaginaba. Una señorita tranquila y sencilla, que un día abandonas y siempre perdona. No, esa no eras tú. La paloma blanca que te baila el agua, que ríe por nada diciendo sí a todo. La que se acobarda ante cualquier borrasca. Porque tú, luchando entre olas, fuiste capaz de llegar a todas las playas. Tan equivocado estaba (contigo) y tanto (ahora y de verdad) te quiero, que he traído este pequeño homenaje: tu canción, al lugar que te vio nacer. Tu canción como un ramo de versos. Rojos versos derramando corazón en esta mañanita dulce de Singla. Aquí los dejo como testimonio.
Manuel de Mágina
Un ramo de versos. Precioso homenaje, Manuel. Gracias por compartirlo.
Tuve la suerte de que me hablaras ante una cerveza de tu admiración por Mari Trini y tu peregrinación a Singla, y ahora de verlo reflejado de este modo. No sé qué me ha gustado más. Bueno, sí, lo tengo claro: a pesar de esta perla, sigo prefiriendo que me lo cuentes en directo.
Que se repita pronto.
Muchos besos.
No hay mejor forma de recordar a alguien que recobrando sus propias palabras. A ella le hubiera encantado, a mí también.
Un abrazo.
Gracias, Clara, Cristina.
Esa cerveza, Elena, fue uno de los momentos estelares del fin de semana en Murcia. Gracias a Canal Literatura.
Hay que ser un poeta de raza para escribir esas palabras. Por eso te admiro, y hasta te envidio, un poco o un mucho.
Ni que decir tiene (jo, eso lo decía un profesor que tuve y me lo pegó) que esa cerveza también fue uno de los momentos estelares de esta historia.
Un abrazo.
P.D. para don Rafael Borrás: ¿Envidia tú? Eres un monstruo de las palabras, y muchos nos quejamos de que, en ese aspecto, nos tienes un poco abandonados. Sigue escribiendo y escribiéndonos.
Abrazos para ti también.
Me daba un poco de vergüenza, pero, con este último (y cariñoso) comentario, Elena me lo ha puesto (con perdón) a huevo: ¡Escribe más, canalla; que tú no tienes nada que envidiar a nadie!