Mi Smartphone. Por Julio Cob Tortajada

Estoy citado a la consulta médica a las 19.30 horas y he llegado unos minutos antes. Al neurólogo. Un problema de temblor en mis manos que desde mi anterior visita y con la medicación recetada ha remitido en parte.

La sala de espera está al completo y, por lo que dice la enfermera, tengo tres pacientes delante, por lo que calculo que tendré que esperar unos tres cuartos de hora. Más o menos.

Esto de empezar el año con una visita médica y a mi edad no tiene nada de particular, pues desde hace unos cuantos acudir en auxilio de los doctores por una u otra dolencia es lo que toca. Quehacer que en los últimos doce años ha ocupado parte de mi agenda como si de una tarea obligada se tratara.

Recuerdo de mi infancia cuando me operaron de anginas por el helado posterior que me compró mi padre. Imagino sin receta, porque era lo inmediato. Y también cuando la primera extracción dentaria para la que tuvo que pasar un largo tiempo, que ahora me parece muy corto. Y es que los años, ahora, pasan muy rápidos.

Hasta los cuarenta todos mis problemas de salud tenían que ver con la caries. Luego, un día, supe de la próstata hasta entonces desconocida para mí.

Un tirón muscular, años después, me obligó a reposo durante tres semanas: la única baja profesional durante mi vida laboral cuya lesión se produjo en acto de servicio. Y en este orden de cosas, con unas cuantas visitas al dentista años antes y, más aún, en posteriores al de mi rotura fibrilar, se completó mi periplo laboral antes de pasar al paro por un ERE, antesala a mi jubilación.

Y desde entonces el tobogán de la vida se desplaza en lugar de por caminos con peralte, cómodos, por recodos sin protección donde cualquier imprevisto te sale al paso. Y a veces más de uno.

Ya han pasado al neurólogo tres personas, iba a escribir enfermos, pero no me seduce la idea y el tiempo ha pasado volando, así que en muy poco tiempo valorará mi avance tras observar los tembleques en mis manos, tal y como hizo en mi anterior visita.

Al menos la posibilidad ante el teclado de mi smartphone me permite escribir estas líneas y hacer mi vida más entretenida.

Que no es poco.

MI smartphone

 

Julio Cob Tortajada

Colaborador de esta Web en la sección «Mi Bloc de notas»
Blog del autor
Valencia en Blanco y Negro- Blog

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