Hoy un dolor desahuciado se aferra a mi corazón, sus gritos de suplicio penetran mi mente y se adueñan de mis sentimientos, el ver morir lentamente aquel ser que me ha acompañado gran parte de mi vida.
15 largos años llenos de alegrías y tristezas, hoy sus gritos de dolor arrancan gran parte de mi existencia, con lagrimas en mis mejillas recuerdo tan maravillosos momentos; me inclino ante ella por ser más fuerte que yo, tan solo quiero que deje de sufrir, no quiero escuchar mas sus gritos de piedad, solo quiero que su sufrimiento sea parte del pasado.
Esta noche fría concluye con un “nos vemos pronto” y un tierno beso en su hermoso rostro.
Fernando Guerrero