Si, le temo a las mujeres,
incluso más que esa mancha de humedad
en la pared que con la luz del velador
parece tomar formas escalofriantes.
Les temo cuando llegan,
pero más cuando se van, dejando esa
puerta entreabierta por donde entra
un frío que congela las tripas.
Les temo cuando estoy sobrio,
pero más cuando estoy borracho,
porque el alcohol
me las figura más inofensivas.
Les temo porque nunca una
es igual a la otra, y cuando uno
supone haber aprendido todo
zas!…Aparece otra y a empezar otra vez de cero.
Les temo cuando me miran, cuando me hablan,
cuando me dirigen esas puteadas con un tono tan agradable.
les temo vestidas y les temo desnudas,
cuando me hacen el amor con esa tranquilidad inmutable.
Les temo durante el día, durante la noche,
aun extasiado cualquiera de mis sentidos.
a veces me siento y me pongo a pensar:
«Que tipos inteligentes los homosexuales»