Para mi yo envuelto en ti. Por Germán Gorraiz López

Después de hablar contigo, he vuelto a sumergirme de nuevo en las nieblas del océano que nos separa, pues todavía resuenan en mi cerebro los ecos de tus palabras.

Me he dado cuenta de que hoy ya no eras la niña enamorada de tu príncipe, sino la cerebral mujer que después de mucho sopesar los avatares de nuestra maravillosa relación , ha decidido levantar un muro en el alba para dejar que nuestro amor vaya languideciendo hasta su extinción. 

Hoy he comprendido que a pesar de nuestras breves lunas de miel en las que destilabas tu amor en tu acento caribeño , en los falsos suspiros y en los sentidos besos que me enviabas, la sombra de la duda anidó hace tiempo en tu corazón y nos has podido ahuyentarla de su nido. 

Por fin he comprendido la decepción que supuso para ti mi regreso , cuando todo estaba al alcance de nuestra mano y he entendido que a pesar de estar totalmente enamorada de un príncipe lejano que un día te robó el corazón, has conseguido sustraerte a su conjuro amoroso y has llegado a la conclusión de que sigo siendo un inmaduro e inestable. 

Entiendo por tanto tus dudas y vacilaciones para fijar la fecha de nuestro encuentro e incluso me atrevería a afirmar que seguirías toda la vida con esta relación idílica, pero yo necesito algo a lo que agarrarme, unos brazos que me arropen y unos labios que besen los míos hasta la asfixia. 

Doy por supuesto que la magia de nuestro amor se ha ido diluyendo por nuestra falta de decisión y que se ha convertido en el maravilloso sueño de una inolvidable noche de verano y he decidido que es mejor guardar en nuestro recuerdo este amor que siempre endulzará mis labios con tu néctar derramado y aliviará mi alma en los años que me restan hasta enamorar la tierra. 

Estoy muy orgulloso de haber sido amado y deseado por una maravillosa princesa rubia de allende los mares y sólo le pido al Buen Dios que nos permita juntarnos en la eternidad para poder brillar por fin juntos en un firmamento desconocido. 

Doy por terminada nuestra relación , aunque sé que tu recuerdo me acompañará hasta el final de mis días, cuando el sol amarillee del todo las yemas de mis sueños. 

-Tú en todas las cosas y yo en todo solo-


Germán Gorraiz López
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