Primero y último. Por Manuel Brescané


Jamás había logrado un título.

De repente se abalanzó sobre su plato. La tarjeta con su nombre, que pendía del bolsillo de su americana, se estrelló impulsivamente contra el mantel.

─Dale… Dale en la espalda. ─apremia otro escritor, también comensal de la misma mesa.

Sus ojos abandonaron por momentos las órbitas. Como en una calle sin salida, su exhalación retrocedió…

Mientras le oprimían con brusquedad repetidas veces, justo debajo de su esternón, el presentador pronunció su nombre…

─… ganador del Premio Mare Nostrum con la novela La vida respira

La entrega del premio tuvo que ser a título póstumo.

 

Manuel Brescané

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