Un papel. Blanca García Malanda

 

Tengo 47 años y hoy, por primera vez en mi vida, puedo decir que soy dueño de mis manos y puedo decir que tengo dos piernas que van a llevarme adonde yo decida ir.

Tengo 47 años y tres hijos, que ya habían aprendido a recoger el algodón y a agachar la cabeza cuando el amo les hablaba; pero a partir de hoy mirarán a los ojos de quien les habla y podrán decir lo que piensan.

Hoy es 10 de diciembre de 1865.  Lo que traza una línea entre mi vida de perro y mi vida de hombre libre no es más que un papel.  No han sido la ira de generaciones y generaciones, ni su impotencia, ni  tanta injusticia masticada por lo bajo.

No, ha sido un papel.

En estos últimos estados del Sur, de Arizona a Alabama, lo han llamado “la Decimotercera Enmienda”, como antes, al Norte, lo llamaron Proclamación de Emancipación.

Hoy todo el mundo se abraza; unos lloran y otros se ríen. La mayoría hace ambas cosas al mismo tiempo.

Y yo me he sentado aquí, a la puerta de mi casa, como alelado, pensando si, ahora que mis piernas son mías, tendrán la fuerza suficiente para arrastrar mi cuerpo.

Si la alegría que siento por mis hijos será capaz de hacerme olvidar la vida que llevaron mis padres.

Oigo la algarabía dentro de casa, voces que me llaman entre risas y me pregunto de qué pasta han hecho el papel capaz de sepultar tanta dignidad robada.

De pronto se hace el silencio y la voz limpia de mi mujer, Lucy, canta Soul Free, Alma Libre

Me levanto despacio, miro la noche y entro en la casa.

Blanca García Malanda

Un papel copa

4 comentarios:

  1. La esclavitud es uno de los atentados más graves hacia la existencia humana.

    Un relato para quitarse el sombrero; toda una historia de Historia, a través del lamento de un personaje, que bien podría ser la voz real de cualquier Hombre Negro víctima de la soberbia blanca.
    Y qué bien resuelve ese final; con la emocionante canción del Espíritu sobre el horror.

    Qué maravilla de «papel» nos ofrece usted Blanca, qué grandes letras.

    Enhorabuena!!

  2. Qué historia más bonita y más dura. Qué prosa tan limpia, tan desnuda, tan bella. Qué difícil es lo que fácil parece.

    Blanca, me ha encantado tu relato. Enhorabuena.

  3. Sí que es hermoso. Sobre todo porque la dureza de los hechos está tratada con ternura sin caer en la sensiblería. Paso a paso nos conduces a la esperanza.
    Y es verdad que toda nuestra vida se reduce a papeles: partida de nacimiento, DNI, títulos académicos, certificados de retenciones… y, en este caso, acta de libertad, cuando palabra tan grande no cabe en documento alguno.
    La libertad, nuestro bien más preciado. Sin embargo, quienes hemos nacido con ese don no siempre somos capaces de apreciarlo.
    Un gran abrazo a ti y a tus golondrinas.

  4. Sólo un papel, pero no podría haber sido sin la lucha por la dignidad. Un abrazo grande, Blanca.

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