Una cuestión de perspectiva
En el momento justo y en un determinado lugar, una imagen entra dentro de nuestra área de visión. Todas las dudas quedan eliminadas y una percepción consciente nos hace ver, oler, tocar y sentir. Disfrutemos de esos instantes de constelación perfecta: un arco iris; verdes capullos de hoja en ramas todavía lisas y desnudas; finas nubes de pluma asentadas entre montañas oscuras; un cielo matutino color oro encima de una autopista animada por coches y gente del tamaño de las hormigas …
En todos los sitios hay belleza esperando a ser notada, y se hará visible para ti tan pronto como te encuentres en el lugar adecuado. Entonces tu mente se encargará de abrirte los ojos y viceversa.
No tengas prisa. Párate y observa o llévate la imagen contigo en tu corazón. En cuanto te muevas, el rompecabezas del Universo cambiará para mejor o peor… ¿Quién sabe? Todo es una cuestión de perspectiva.
Dorotea Fulde Benke