Vivas nos queremos
No nos maten más, por favor
¿No están notando que la noticia más recurrente en estos últimos tiempos es el asesinato a sangre fría de una mujer? ¿No piensan a veces que podría ser su hija, su nieta, su novia o su hermana? Estamos cansadas, pero hoy venimos a gritar más que nunca “Ni una menos”.
No fue casualidad la segunda marcha convocada a nivel nacional el viernes pasado. No, no es coincidencia ni histeria que hayamos salido todas a pedir lo mismo: Basta de femicidios, queremos vivir. No queremos caminar con miedo.
Nos están matando, no estoy exagerando, muere una mujer cada treinta horas en Argentina¿No les parece terrible? ¿No es hora de salir de este machismo? Digo hombre porque te hablo a vos yo no te tengo miedo ¿Por qué me querés hacer cargo del tuyo?
«Hay criminales que proclaman tan campantes ‘la maté porque era mía’, así no más, como si fuera cosa de sentido común y justo de toda justicia y derecho de propiedad privada, que hace al hombre dueño de la mujer. Pero ninguno, ninguno, ni el más macho de los supermachos tiene la valentía de confesar ‘la maté por miedo’, porque al fin y al cabo el miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo”, eso dijo Eduardo Galeano y cuánta razón tenía.
No nos maten más por favor, queremos vivir. Quiero tener hijos, ver crecer a mi sobrina, caminar por la noche y entrar a mi casa sin miedo a que me mates. Eso quería Wanda Taddei, eso esperaba Candela, inocente o Eli verón. No te estaban provocando, ni buscando, ni hicieron nada para que te enojes así. Hombre, a vos te hablo. No tenés derecho sobre el vientre, sobre la piel o nuestro cuerpo.
“La quemó viva”, “La torturó hasta matarla”, “Le clavó 60 puñaladas” “Desapareció pero era rebelde”… ¿Cuántas noticias más necesitamos para entender que no tiene que ser más noticia?¿ Cuántas justificaciones más tenemos que soportar? Es terrible, nos están quitando la alegría de salir a la calle vestidas como queremos, sonrientes, confiadas y alegres. Si somos así. Si nuestra sonrisa es tu bandera también. O así debería serlo.
¿Cuántas veces nos cambiamos de vereda o miramos al piso cuando vemos un grupo de hombres? ¿Cuántas veces dejamos de respirar o nos hicimos las distraídas mientras nos gritaban cosas en la calle? ¿Cuántas veces caminaron atrás nuestro diciéndonos “piropos” que sólo nos incomodaban? Porque la violencia empieza ahí. Porque no tenés por qué acosarme si yo no te conozco. Ni matarme si creés que soy tuya. Porque no soy de tu propiedad, soy mía.
Ser mujer es lo más lindo que nos pasa. Nos gusta arreglarnos, sonreír, dar la mano, ser compañeras, salir, bailar, cantar, soñar. Queremos ser madres, construir una familia y pensar en un futuro; pero sin miedo.
Muere una de nosotras cada treinta horas, y le puede tocar a cualquiera, cualquier día, en cualquier lugar. La víctima puede ser tu mamá, tu hija o tu hermana.
No queremos más sentirnos solas, ni desamparadas por la justicia. No queremos más desaparecer, ni que nos culpen por cómo somos, actuamos o nos vestimos. Queremos ser respetadas, no acusadas por los abusos que sufrimos. Por favor, no es un grito de histeria, sino un pedido lleno de miedo y verdad: estamos vivas, y queremos amar. No nos maten más. Nos queremos vivas.
Miguela
Cuánta razón hay aquí. Tristemente en mi México también pasa, aquí una mujer no puede ni caminar tranquila en la calle porque si sale tal vez le bajan la ropa interior, la tocan sin su permiso, la violan o la matan.
Igual y el verdadero problema es que el hombre no se quiere sentir superado y cree que buscamos superarlo; pero en realidad buscamos la igualdad, no es que como mujer una diga «dame esto pero quítaselo a un hombre» sino que una en realidad quiere decir «dame lo mismo que a un hombre», no es cuestión de superar sino de tener igualdad.