Mirian Luiza Pereira da Silva: «De brujas»

 

de brujas
 

 Las historias de brujas han llenado infinidad de páginas en incontables libros. Pero también es bueno saber que existen brujas de carne y hueso, que no llevan sombrero ni escoba, y que las hay buenas y también malas. Que suceden muchas cosas a nuestro alrededor que no tienen explicación, o eso creemos, y que no son sino obra de estas personas. Personas como la brasileña Mirian Luiza Pereira da Silva, que ha llegado para arrojar algo de luz sobre esta brujería más allá de la literatura de ficción.

 

Mirian Luiza Pereira da Silva

 

 

«En Brasil hay muchísima más espiritualidad que en Europa».

 

   Háblanos sobre De brujas, ¿de dónde surgió la idea para este libro?

   Pues fue apareciendo en sueños que yo he tenido.

   El concepto de bruja tiene todavía una poderosa connotación negativa, ¿dirías que es merecido o es fruto del desconocimiento?

   Yo creo que no es merecido y es fruto del desconocimiento. Hay brujas buenas y malas.

   ¿Por qué elegiste el formato de relatos cortos para De brujas?

   Escribo al despertar lo que he soñado. Por otra parte, me gustan Thabita, Coraline y Jezabel, que son como cuentos.

 

   ¿Has conocido a muchas brujas? ¿Hay más de las malas o de las buenas?

   Sí que conozco muchas, y hay de todo tipo, pero como la maldad, de momento, es más ámplia, no vemos las cosas buenas que pasan a nuestro alrededor, obra de muchos brujos y brujas buenos.

 

   Alguna vez has contado que, cuando eras pequeña, quemaste por error un cuaderno en el que tu madre escribía y que se enfadó mucho contigo. ¿Te costó dedicarte a escribir después de aquel suceso?

   No fue por error, quería papel para hacer una hoguera y me acordé de los cuentos de mi madre. Cosas del destino. Yo empecé a escribir a partir de los 36 años. Creo que mi madre no quiso escribir más por mi culpa.

   Cuentas que leías ya desde muy pequeña, ¿cuál es el libro que más te ha marcado?

   Lo que más me marcó fueron los manuscritos de mi madre, que escribía romances. El principal se titulaba Mi marido ha vuelto.

   ¿Qué posibilidades tiene De brujas para convertirse en un producto audiovisual? ¿Lo ves como una película, como una serie?

   Lo veo del estilo de Thabita, Coraline o Jezebel, como película, más bien.

   ¿Cuál crees que sería su gran baza para conseguir enganchar a la audiencia?

   La espiritualidad, la brujería, no como la vemos en ciencia ficción, sino como la verdadera. En Brasil hay muchísima más espiritualidad que en Europa, y, con toda humildad, aquí estoy para ayudar a mis hermanos en esta transición planetaria que estamos viviendo. Si puedo contribuir con estos cuentos y relatos, ya estaré feliz.

   ¿Qué proyectos futuros tienes entre manos?

   En el futuro, básicamente, quiero seguir escribiendo.

   ¿Qué consejo le darías a toda esa gente que tiene muchas historias en la cabeza pero no se decide a ponerlas por escrito?

   Uno muy sencillo: que sigan a su corazón.

 


 

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