Montefrío. Provincia de Granada.

Montefrío. Provincia de Granada.

Montefrío. Provincia de Granada.

 

   Como los lugares del mundo dignos de ser visitados, las cumbres de las montañas más altas y duras del planeta, o como las novias camino de la iglesia con un corazón a punto de entregar, siempre se hacen de rogar. Me costó llegar al pueblo de Montefrío, que también se hacía de rogar, situado en el poniente granadino; la carretera nacional me resultó sinuosa y extremadamente peligrosa por lo estrecha, aunque compensaba en cierto modo volver a disfrutar de las vistas del olivar andaluz que, como soldados en formación, parecían hacerme una reverencia y darme la bienvenida. Tenía ganas de divisar, según la prestigiosa revista National Geographic, una de las estampas más afamadas y bonitas del planeta. Volver a ver aquel pueblo blanco y altozano con su prominente Iglesia de la Villa sería señal inequívoca de que no me había confundido de salida. Bingo. Allí en medio del olivar lucía como siempre con aires de postal el pueblo de Montefrío, y me acordé de su apelativo de “Monte herido”. ¿Herido por lo bello?  Recapacitaba con las manos en el volante. ¿Demasiadas conquistas? ¿Demasiadas guerras, invasiones y luchas de poder? Dícese que fueron los fenicios sus primeros pobladores y asentadores. ¿Serían aquellos fenicios los que instaurarían el inicio de las primeras actividades comerciantes en una zona dependiente de la agricultura y de la ganadería? Me permitía esta suposición a modo de pregunta mientras conducía mi coche esta vez ya mucho más serena y tranquila. La visión inalterada de mi destino me relajó.

   El cielo lucía inmaculado, por lo que auguré que aquel día espléndido iba a sacar chispas a mi cámara de fotos. El azul celeste combinaba estéticamente de manera exquisita con el marrón de la piedra de sillería que provenía de canteras -locales- de su Iglesia de la Encarnación; su prominente cúpula, que toma como modelo la propia del Panteón de Agripa en Roma, benditas influencias, está considerada como una de las más grandes de España. Me atrapó y de manera intensa de la cúpula lisa su sentido de la sencillez, siempre bienvenida; debe ser igual a observar un cuadro monocromo y liso de Mondrian. Terminas dudando quién es el protagonista en esta mirada bidirecciónal: el cuadro o tú. Me sentí plenamente acogida por el templo, hito de la Ilustración; alcé mi mirada y la cúpula parecía susurrarme “esta vez tú eres aquí la importante”. La planimetría  y medidas de esta iglesia, en bella y armoniosa desproporción con el tamaño del pueblo, sigue los planos del arquitecto Domingo Lois de Monteagudo, quien fuera discípulo del maestro Ventura Rodríguez, por lo que podemos asumir y entender la relevancia arquitectónica de este conjunto monumental que como toda Iglesia que se precie, mantiene viva sus leyendas ; como la leyenda viva del rayo que dicen cayó en la iglesia una noche de tormenta, quedando todos los fieles que había dentro asombrosamente indemnes. Los últimos domingos de Mayo cientos de vecinos se dan cita en esta Iglesia la “Redonda” como comúnmente se le conoce, para escuchar misa y acompañar a la Virgen de los Remedios, su patrona, por las calles.

   Montefrío es el pueblo andaluz de los miradores. Dada su importancia, la de los miradores, convendría reconocer que el acto de mirar nos insta a detenernos, a hacer un alto en el camino y nos regala ese instante preciso, ese fugaz momento de serenidad y espectáculo. No nos engañemos. Miramos y nos miran. Y nos gusta, reconozcámoslo también, mirar y que nos miren. Además, y esto es enriquecedor, ninguna mirada se parece la una a la otra. Así de repente me vino a la memoria las escenas de una de mis películas favoritas de suspense “La ventana indiscreta” protagonizada por una de las parejas más bien avenidas del panorama del Hollywood estelar, James Stewart y Grace Kelly. Para fotografía de un gran fenómeno cinematográfico pudiera servir y con creces la fachada del Hotel, hoy por hoy deshabitado y abandonado de “La Enreá”, situado muy cerca del mirador que lleva el nombre de un aficionado y apasionado fotógrafo de Montefrío llamado Francisco Adamuz. Ventanas totalmente indiscretas pero imanes o ganchos para el turismo, son los monolitos de estos dos miradores, el de Francisco Adamuz y el que colocó también el Excmo. Ayuntamiento de Montefrío con el marco de color amarillo, inequívoca marca de la casa de la revista estadounidense, quien puso, y loablemente, su atención en la fina estampa de este pueblo, atrayendo así a miles de turistas en los últimos años; son muchas, dicho sea de paso, las parejas de novios que vienen exclusivamente del Japón, máquina de fotos en mano por supuesto, para casarse aquí y celebrar su día de nupcias en el Convento que normalmente suele escoger la organización nipona, que es el Convento de San Antonio. Una linda forma de estrechar lazos comunes con la cultura asiática atraída por el exotismo, gracia, salero y arte del pueblo andaluz y de sus tradiciones.  Y la National Geographic siempre tan benevolente con los pueblos de Andalucía, ha colocado a Montefrío y a toda su historia, monumentos, Iglesias, gastronomía, fiestas y tradiciones en el disparadero internacional. Y que lo siga haciendo: honrando tan generosamente a la Cultura e idiosincrasia andaluzas.

   Escribía el gran intelectual de corte europeísta George Steiner con tono dogmático, que “lo que no se nombra no existe”. Muy cierto. Montefrío existe en parte por la National Geographic y  los montefrieños deberían permearse de agradecimiento al medio que les nombra.  Sin menoscabo de otros adalides de la promoción de este enclave, y me refiero a su Ayuntamiento, a la Junta de Andalucía o a los Servicios municipales de Turismo de este territorio, la credibilidad, prestigio y honorabilidad de esta reconocidísima Revista-que nació y funciona como un órgano de expresión oficial de la National Geographic Society de Estados Unidos, ahí es nada,- han puesto conjuntamente a Montefrío en la primera línea de salida entre los mejores competidores del mundo. Que la National escriba y publicite, traducida en tantos idiomas extranjeros, que esta localidad granadina cuenta con las vistas más espectaculares y gozosas desde el mirador que lleva su nombre, es un regalo caído del cielo.  Y es un regalo que debemos cuidar y mantener durante todo el año que resta.  No cabe lugar para el relajo. Las exigencias de un Turismo cada vez más enfocado a la experiencia, como tales, no se conforman con que sus expectativas igualen al trato recibido. Esperan de lo bueno lo mejor; lo mejor de la Cultura, de los lugareños, de la Gastronomía y querrán, como no puede ser de otra manera, degustar el queso montefríeño aderezado con el mejor aceite, al enterarse que este producto con sabor a Granada, fue reconocido con la Medalla de oro en el World Cheese Awards en los años 2017, 2012 y 2011. No contentos con esto, no querrán que les agasajen falsamente sino sentir la hospitalidad y el cariño y la amabilidad y la auténtica sonrisa de la mujer y del hombre montefrieños. El visitante japonés volverá a su país de origen con un montón de recomendaciones y recuerdos sobre esta zona de la vertiente del poniente granadino (doy fe de que toda la información turística está traducida también al japonés).

   Me llamo Ana Luján. Estoy felizmente jubilada. Trabajé para la Revista National Geographic y tuve la inmensa suerte de escribir un reportaje gráfico sobre el pueblo donde nací. Hace unos días y con la entrada de este nuevo año, volví a visitarlo, aunque esta vez con la intención de establecerme aquí en el último trecho de mi vida; La primera vez que vine como reportera gráfica en el 2015 quise despedirme de mi Montefrío con amor, no vaya a ser que algún día volviera. ¿Quién dijo aquello de que “la verdad señora, empiezo a pensar que hay un placer todavía mayor que el de ver Granada. Y es el de volverla a ver?». Pues eso.

USUE MENDAZA

Blog de la autora

Usue

Nace en Vitoria-Gasteiz en 1975. Titulada en Secretariado de Dirección por la Universidad de Deusto, Bilbao (1993-1996). Siempre ha sentido curiosidad por el mundo cultural pero a sus 33 años despierta especialmente un enorme interés por la Poesía y por la Literatura. Con el Liceo Poético de Benidorm, de la que fue integrante, participa, además de en numerosos recitales por toda la provincia de Alicante, en la Antología VOCES EN AZUL con la Editorial Germania. Ha colaborado en el libro antologado DEL SILENCIO AL TEATRO DEL PARNASO, disponible en Amazon, en homenaje al poeta modernista hondureño Juan Ramón Molina, amigo de Ruben Darío. Acompañada por el gran cantautor Luis Eduardo Aute entre otros poetas españoles, están también sus letras en la Edición Virtual de Agosto de 2013 en DOS POEMAS Y UN CAFE, Boek Visual. Escribe asiduamente reflexiones, relatos, artículos etc, para Canal Literatura y para su blog usuemendaza.wordpress.com. Actualmente reside y trabaja en la ciudad de Granada.

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