Cuando fluye nuestra mente y las letras forman palabras, y se agrupan en líneas y se va construyendo una historia, nos sentimos orgullosos y queremos que nos lean porque las palabras dibujadas nos parecen hermosas; pero también nos ayuda el hecho de encontrar a alguien con oficio que nos haga más fácil el camino.
Te embarcas en esa búsqueda y encuentras un taller literario, sin saber muy bien qué o quiénes están al otro lado. Hoy, puedo asegurar que me siento satisfecha de haber encontrado lo que buscaba y, además, comprobar que sigue existiendo algo importante que creía perdido: calor humano.
Nuestro taller por Internet es de lo más variopinto. A pesar de que cada cual es de un sitio diferente de la geografía y todos con su particular forma de ser, nos entendemos como una buena orquesta dirigida por un buen maestro que ha logrado crear una balanza entre dos mundos: lo literario y lo humano. Ambos platillos guardan un equilibrio perfecto del que nace una hermosa melodía al mezclar los elementos.
Mi profesor me ha enseñado a amar lo que escribo, y mis compañeros, con sus críticas constructivas y su aliento, me ayudan a seguir.
Para mí, nuestro taller literario es mucho más que un rincón donde compartir y corregir escritos. Es un lugar donde perderse, el recogimiento de aquel que necesita pensar y a la vez un valle donde lanzar un grito y el eco que te devuelve no es tu propia voz, sino las voces de muchas personas (compañeros) dispuestos a ayudarte.
De todo esto hago una reflexión y es que hoy, a pesar de lo que piensen muchos, es posible confiar en los demás.
Yo escribo para recordar, necesito que todo el legado que se me dejó no se olvide, porque de esa donación hablada provengo yo para lo bueno y lo malo.
Esto es un reconocimiento a todos y cada uno de los miembros del Desván de la Memoria, nuestro taller, por estar ahí.
Paola del Campo
(www.tallerliterario.net)
Dices bien, Paola. Nuestro Taller es un filtro a la distancia. A las múltiples ubicaciones de sus componentes.
Y Ramón es la humanidad misma, el amigo que está ahí, para lo que precises. Apoyándote en una presentación, compartiendo contigo el orgullo de recibir un premio. Dándote ánimos cuando las musas no aparecen.Cicerone impagable en los encuentros. Sin duda existen cantidad de Talleres Literarios en España. Como el nuestro,seguro, ninguno
Un abrazo a todos
Paco Piquer
Pues hermoso texto, Paola. Tienes toda la razón del mundo.
Yo llegué hace poco al taller, y todavía sigo siendo un recién nacido, pero desde el primer momento me acogieron con los brazos abiertos, para de esta forma, emprender una buena amistad con todos los desvaneros. La verdad es que este taller ha sido el mejor regalo.
Ya de camino aprovecho para dar las gracias a todos los desvaneros, (o casi todos)
Gracias, mi Reina, por adornar con flores el desván, por sus palabras rebuscadas que me enseñan tantas cosas.
Gracias, vecina arroyera y cordobesa, por tu entusiasmo, tus cuentos que brotan tan de repente, por tus pequeños poemaas…
Gracias amigo «Vigués» que siempre elogias mi entusiasmo, pero es que el entusiasmo me lo proporcionáis vosotros
Gracias a mi más querida fan de Gabriel García Marquéz, gracias por sus divertidas correspondencias,
Gracias, Carmen, por la candidez en tus palabras,
Gracias a mi compi andaluza de Alcahuete, gracias por confiar para que leyera tu novela, tus cuentos…
Gracias a mi mallorquina veintañera, que hace poco compartimos las mieles del “éxito”.
Gracias a Lola por los poemas que algunas veces le da por mandar (espero que lo siga haciendo)
Gracias, desvanero de Aranjuez, porque me encantan tus reflexiones.
Gracias a la niña del norte, por todo, en especial por este texto que has dedicado al desván, pero también por otras muchas cosas.
Gracias a todos, porque seguro que se me olvidan unos cuantos, porque yo sé que por ahí hay más gente suelta. De todas formas, gracias.
Y Gracias a Ramón, por todo lo que haces.
Besos a todos,
Juanma
Lo confieso, me tiene embrujada, colgada, pendiente de todos sus movimientos, de su respiración. Si, porque el DESVÁN respira, está vivo.
Soy una forofa del DESVÁN DE LA MEMORIA y ahora mismo tengo lágrimas de emoción, que aguanto a duras penas, al ver cómo ya han escrito algunos de nuestros DESVANEROS más emblemáticos ¡BRAVO! Un ¡Bravo! enorme a nuestra Pao del Norte, la mujer más plantá que he conocido, la más tierna también.
Si tú, caminante que pasas, lees estas líneas, que sepas que tenemos la puerta abierta y que dentro hay calor de hogar.
Besos a todos-as YSA
Gracias Paola por plasmar en palabras lo que muchos de nosotros pensamos, lo que sentimos cuando nos asomamos a ese desván, casi siempre lleno de flores y buenas vibraciones.
Al principio no podía entenderlo, me asomaba con cierto reparo, sin saber bien que podría encontrar allí. Ahora es como una habitación más de mi casa, un lugar entrañable donde recogerme un rato, donde leer y ser leída, porque a todos nos gusta compartir lo que escribimos, recibir comentarios, pero sobre todo deseamos que nos escuchen, que nos animen en horas bajas y que compartar nuestras alegrías. Los triunfos de los desvaneros se viven como propios, como si fuéramos una gran familia.
Gracias también a Ramón, por haber logrado unir a gente tan dispar en edad, lugar de procedencia o ideas.
Besos
Felisa