Felisa Moreno (Alcaudete, Jaén) lo ha vuelto a hacer. Nos ha vuelto a sorprender con su narrativa, esta vez de la mano de un libro de relatos titulado CUENTOS CANÍBALES que podéis encontrar en la plataforma digital Amazon.com
Confiesa que son diez cuentos continuación a los que publicase en su anterior libro de relatos Trece cuentos inquietantes (Ed. Hipálage, 2010), pero me atrevo a asegurar que tienen identidad propia, son diez relatos para disfrutar en el convencimiento de que el terror nos fascina, nos subyuga y Felisa sabe cómo sacar todo el provecho de las palabras, de los escenarios y de los personajes. Tras leer CUENTOS CANÍBALES esto es lo que me ha evocado:
Ya la portada advierte al lector que lo que se va a encontrar son emociones fuertes, y os aseguro que lo son. La primera dentellada, como no podía ser de otra manera en la cuidada prosa de Felisa, es el relato Caníbales. Un bocado exquisito, pues enhebra a la perfección el duelo interpretativo de sus dos personajes, un magnífico tratamiento psicológico y un final directo al lector. Una toalla limpia también nos aguarda con una intriga silenciosa a lo largo del relato. La realidad superando a la ficción, la habitación de cualquier hotel ya nos parecerá igual tras leer este relato. En El hijo de los monstruos encontramos amor, y en ese amor crece la confesión, frase a frase, caricia a caricia hasta el desenlace, resonando como un eco en la conciencia del lector. Latin Food es un lugar especial, un relato nutricio y sensual que se lee con la vista, pero también con el olfato y el gusto. ¡Sírvamelo de nuevo, por favor!
La conciencia a veces se toma el tiempo preciso para hablar y hacernos ver lo que parece invisible, eso me sucedió al leer El sacrificio, tan real y cercano que los personajes se han quedado a vivir un tiempo en mi casa, en mi conciencia. El vecino del quinto me asalta por su contundencia en todos los sentidos –no solo porque también viva en un quinto–; recorro con la protagonista su historia y pienso en la maestría de Felisa para las distancias cortas narrativas. El ataúd es una sucesión de escenas escalofriantes, un frenesí para los amantes del suspense, uno de mis relatos preferidos, sin duda. No os desvelo más, acercaos a él.
Confesiones nos adentra en el mundo de la televisión, de lo que se ve y lo que no se ve. Y la protagonista enfrentada a una dura prueba, la que decidirá el resto de su existencia. ¿Cuándo come el perro? Me ha recordado las historias de Patricia Highsmith en “Crímenes bestiales”, con frases vertiginosas y rotundas se van hilvanando las piezas y casi nos volvemos protagonistas en el sublime instante del final. Amantis es el broche perfecto a este libro de relatos, pues junto con El ataúd es uno de mis favoritos. El relato de intriga llevado a las cotas de maestros como Poe o Harvey con un final, como digo, perfecto para el relato y para este Cuentos caníbales.
Juego de presentimientos, de recelos que bailan en nuestras pupilas al disparo de frases como saetas, intriga desde lo cotidiano, en maridaje perfecto con nuestra realidad próxima, incluso los personajes pueden ser amigos, vecinos, tal vez nuestros alter ego en otra vida o en esta. Felisa Moreno dibuja con maestría un universo de terror para grandes lectores de distancias cortas pero incisivas.
Ginés Vera