De metáforas está el mundo servido así que holga decir que navegaba en internet cuando tropecé con el objeto virtual de marras. La cuestión es que topé con uno de estos fenómenos que, sin llegar a ser mediáticos puros ni inducidos bajo repetición imposible por los medios de comunicación, arrastraba un largo historial de visitas y enlaces en el todopoderoso y omnipresente Google. Allí estaba, esperándome en https://www.elespiritueterno.es, la web oficial que ofrecía copias gratuitas de un desconocido libro para mí hasta ese momento. Para mi sorpresa se bajó un ejecutable en mi ordenador la mar de mono que resultó caducar en pocas semanas casi sin previo aviso y que me dejó el amargo sabor de la miel en los labios de lo que sabes perdido justo cuando ya no puedes hacer nada.
Una trepidante Marina Mun, pianista que deleita no solo con su virtuosismo sino con su belleza. Un despiadado Erich Kennen que resulta ser el producto individual de una psicología social decadente y errónea, sin la maldad retorcida que conlleva. Un Françoise reprimido, una Deray dicharachera, Picasso más humano y divertido que nunca, Cocó Chanel vista desde los ojos de la digna indignación… Y un trasfondo extraordinariamente detallista marcado por la Guerra Civil Española y la II Guerra Mundial, acabalando con las últimas esperanzas de muchas personas en esa época.
Lo que más me ha llamado la atención de esta lectura inconclusa que pienso terminar es que está enfocado para el entrenamiento de la comprensión lectora en adolescentes a partir de 16 años: bienvenidas sean todas las propuestas en estos términos porque falta hace al mirar atrás y ver las generaciones de estudiantes que me siguen víctimas del fluctuante sistema educativo de este país.
Rafa Boixch
El entrenamiento de la comprensión lectora debería ser una asignatura en el instituto porque no es lengua sino que es multidisciplinar: historia, lengua, literatura, ética, idiomas, etc. Debería enfocarse para la mejora personal, no solo como alumno/estudiante. Debería, sí, tenerse en cuenta más de lo que se tiene.
Hola:
Me ocurrió como a tí, me quedé con la miel en los labios, pero no he podido resistir y me lo he comprado. Es realmente fascinante su lectura. Pero lo más asombroso de todo esto es que libros como el que nos ocupa no esté llenando estanterías de librerías de toda España, mientras que chorradas de estrellas de televisión y similares estén ocupando su sitio.
Me he pasado por el sitio web y me ha resultado muy interesante la obra.
El blog es algo ya tradicional en internet, espero que conteste mi duda en ese blog.
Leer libros siempre te enseña cosas… unos lo hacen con más acierto y con otros sólo aprendes a no recomendarlos. El caso es que cuando te encuentras con un libro como este una no sabe cómo hacer para explicar al mundo la sensación que queda al cerrarlo tras su lectura. Plenitud, calma, satisfacción, sonrisa de medio lado y, por mi parte, un » Chapeau, Mademoiselle…». Me ha encantado la frescura con la que Elena ha hilvanado cada uno de los conceptos,cómo ha conseguido que me involucre en la historia y hasta ganas que me han dado de conocer a Marina Mun!!! ( Que todo sea dicho, me recuerda, levemente, a alguien que yo me sé…yo me lo noto…) En fin, un libro fantástico, de los mejores que he leido, y recomendable, especialmente, para personas que sepan valorar el ingenio literario. Saludos.