Caliente el resultado de las urnas, el órdago de Artur Más tiene tantas lecturas como las que suelen efectuarse cada vez que se procura.
Y como suele ser lo habitual, todos los figurantes quedan contentos, satisfechos, sin perdedor alguno, ufanos y exultantes, mostrando la mejor de sus sonrisas; mientras que los fieles asistentes, una vez depositado su voto, abandonan la sala terminada la farsa en su camino a ninguna a parte.
Finalizada pues la función, empieza el espectáculo. El del mayor esperpento que pudiera ofrecerse a un público que habiendo sacado su entrada, se pregunta a la salida hacía dónde camina la bufonada, ignorando cual será la huida.
Artur Más, el protagonista principal del sainete, tiene ahora el problema de cómo conducir un barco a la deriva y sin puerto alguno al que acogerse.
Su única esperanza, la de sentirse seguro tramando el cómo de encallar el barco en el lugar que le corresponde tras su fracasado intento de incrustar su nombre en el libro del Record Guinnes. De poco le servirá, al fin y a la postre, su convencimiento de que la suma del voto independentista le deja abierta la vía a un propósito que no es otro que el de la estupidez, al que tendrá que rendirse buscando su salida.
Difícil tendrá que sea digna, porque acallar las huestes más radicales y extremistas urdidas con el abono de la mentira y la manipulación, a cuya contribución se ha dedicado en los últimos años, no tiene otra que la de averiguar cómo abandonar el barco con la comparsa del decoro. Faena por la que trama y bajo palio si pudiera.
CIU tiene un gran problema a resolver, pero ignora la forma de poner en práctica el “cómo, cuándo, dónde, por qué, para qué y con quiénes”. Un camino a ninguna parte, sin base histórica en la que sustentarse. Y lo que es peor, sin puerto alguno donde cobijarse.
Ni siquiera tiene el recurso de una nueva cartografía, pues aunque de estas tramoyas sabe bastante, las lindes del mundo están claramente trazadas, al menos las del continente que habitamos.
Artur Más; ¡A apaciguar el rebaño toca! Vaya lío en el que te has montado.
Y como música de fondo, la de los seguidores de “Ciudadans”, quienes claman por una libertad que desde la Generalitat Catalana se ha extirpado en perjuicio de la ciudadanía, aunque ello lo sea del gusto de unos súbditos dócilmente adoctrinados, satisfechos, aunque sea por el momento.
Seguirá el sainete.
Julio Cob Tortajada
Colaborador de esta Web en la sección «Mi Bloc de notas»
https://elblocdejota.blogspot.com
Valencia en Blanco y Negro- Blog
La verdad (jajaja) es que este texto es absolutamente LAMENTABLE. Felicidades.