La dama y los locos. Por Manuel de Mágina

NaveLocosNo voy a ser yo quien descubra ahora el genio de Marqués, que ya lo han hecho otros y es manifiesto en cada cosa que hace, sino solo a comentar con brevedad acerca de su libro más reciente. Es de relatos y viene a hablar de una nave de locos. De un buen puñado de locos, repartidos en 28 historias. Los locos bogan, aunque parezca mentira que una gente con sus facultades mentales trastornadas lo hagan. Hacen que la nave se mueva —con mayor o menor velocidad según sus energías frenopáticas—, avance. Hacia dónde la escoran, no me lo preguntéis. Tampoco me considero competente en esto de diseccionar, desmenuzar, analizar y sacar conclusiones a la postre de una lectura, aunque con esta chica tampoco es que haga mucha falta. Basta asomarse para descubrir la pericia con la que maneja la prosa, el pulso sostenido con el que va desmadejando las peripecias de esos pobres dementes, la profusión verbal y la ingente riqueza léxica de la que se sirve, las metáforas y los hallazgos expresivos que le lucen. Es buena, no voy ser yo quien diga lo contrario. No obstante, debo advertir al lector sobre su perfidia, ponerlo en guardia ante el hondo conocimiento que aquí muestra de lo humano y la ironía corrosiva en la que sumerge sus miserias. De cómo hace nacer a sus personajes, los deja crecer, los agranda (aquí los analiza, los mueve, los lleva de un lado para otro, los estira como un chicle; no se diga que su autora —la vida— no les ha dado oportunidades), y los liquida con un solo y certero mandoble cuando no consiguen más que ser un despojo de sí mismos; ¿qué otra solución? Ni siquiera la propiedad particular de Clarita Restrepo le sirve para librarse de la quema (¡ay, los rastrojos!). Porque el loco puede ser usted mismo mañana, o este que ahora escribe y parece que lo hace derecho; todos a un paso —o dos, todo lo más— de cualquiera de esos extremos desvaríos. De locos nos muestra un surtido catálogo sobre los más variados escenarios, dibujados estos con trazos de un realismo apabullante; aunque sobre todos ellos cabalgue, más o menos presente, La Amazona Negra; aunque todos ellos estén caracterizados por la fotografía de una tenue luz gótica. No es fácil elegir de entre todas alguna de las historias para destacarlas del resto, ni pretendo aburrir al personal comentando con pormenor lo que pueden encontrarse, cuando lo pueden disfrutar por sí mismos tal que lo he hecho yo. Ya puestos, mención aparte merece para mí ese romance mórbido que el malogrado Ignacio Sánchez mantiene con La Impía en “Endechas a la luna…” Chapeau.

Manuel de Mágina

La nave de los locos, Elena Marqués. Ediciones Irreverentes, 2014.

8 comentarios:

  1. yolanda Sáenz de Tejada Vázquez

    Manuel, gracias, gracias, por esta reseña porque me ha encantado y me llega en un momento maravilloso.
    Lo leeré sin falta, por supuesto.
    Un abrazo enorme, loco compañero 🙂

  2. A ti por tu pasión y tu entusiasmo en todo lo que haces. Un abrazo, mujer sol.

  3. Manuel, para no saber diseccionar o sacar conclusiones a la postre de una lectura, nos lo has contado de fábula (nunca mejor dicho 😉 ) Será un libro que tendré en cuenta para el tórrido veranito. Chapeau también para ti, Poeta «insucumbible».

  4. Andrés Ortiz Tafur

    Me pierden las ganas de viajar en esa nave… Y ahora, con tus pareceres, más, Manuel.
    Abrazo para ambos…

  5. Ángel Silvelo Gabriel

    Estupendo y especial encuentro con Elena y Manuel en una desierta FLM14, pero sin duda, único. Acabo de empezar el de Andrés, pero en cuanto lo acabe ataco el de Elena.

  6. El mérito aquí es de la artista, Mar. Por cierto, he pensado que ya son demasiadas las veces que he ido a Madrid y no te he visto. ¿Sabes cuánto hace de lo de Pozuelo? Yo ya he perdido la cuenta.
    Esto se llama mutua alimentación, Andrés; sinergia, concentración de energía literaria.
    Fue un placer compartir aunque solo fuera aquel ratito, Angel.
    Un abrazo a todos.

    • Uf, Manuel… si que ha llovido, sí, desde aquel Taller tan estupendo con Ramón en casa de Lola Sánchez (hace mucho que no se de ella y la recuerdo con muchísimo cariño). Cuando vuelvas por los madriles, me avisas por correo y vemos si podemos quedar 😉 Un beso grande.

  7. Elena Marqués

    Bueno, amigos, espero que vayáis buscando los manguitos para leerme, vaya a ser que naufraguemos. Gracias a todos por estar por aquí y espero que disfrutéis en la travesía.
    Besos.

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