Envuelta en papel charol salgo a recibirte eres la línea
más larga de mis manos presumo de resistir
como mujer de pocos adornos pero para ti
mi amor me hago
estridente
extensa
Es el primer libro en papel que disfruto de Ada Menéndez. Me gusta el papel, acariciar sus páginas, olerlo… tiene algo de fetiche que la pantalla no posee. Imagino que en un mundo de pantallas, de letras parpadeantes en el ebook, el papel no deja de ser el reducto para nostálgicos como yo.
He leído sus poemas mil veces, me he quedado pegada a sus versos durante el trabajo, mientras en el coche oigo música no tan variada. He recorrido sus sueños y pesadillas sintiéndome también zombie en mi ciudad, exhausta y jugando como una niña con las hijas que habitan mi habitación, aunque yo no me derrote a su lado.
Después me he liberado, con los ambientadores que huelen a pino, arañandome como una gata callejera, incluso me he vuelto un pelín satánica. Y he vuelto la vista ante el solsticio pensando en cómo no se me adelantaron besos sintiéndome también en uno de esos días tan míos, cuando descansar es un lujo. Ya saben, esos días de mala leche sin parar un segundo. ¿Será que tengo un día de mujer?
He terminado con la cara no oculta, y leyendo tres poemas que me han hecho sonreír, como el dedicado a la madre, es un poema impresionante porque yo también quiero ser como la mía, tan grande e inmensa que llena dos casas, cría dos nietas y me acoge en su pecho cuando estoy derrotada. ¿Qué haría yo sin mi madre? No tengo ni idea.
¿Quieren leerla? Ya saben, es un librito que cabe en un bolsillo……..
Brisne
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