Michetti: La edad no tiene fronteras.
Giorgo Michetti es un artista reconocido. Nació en 1912 en la Toscana y desde 1929 expuso obras suyas en diferentes países. Comenzó pintando las paredes de su casa y terminó siendo, en 1978, miembro de la Academia Arts-Sciences-Lettres de París. Hoy contará con 107 años.
Lo extraordinario de este señor no es si tenía cien o ciento cuatro años cuando empezó a usar las redes sociales, ni que siguiera (o siga, afirmación que no puedo dar, puesto que desconozco este dato) dando clases de arte y pintura, ni que su lucidez rebasase la de muchos jóvenes. Lo extraordinario es que se convirtió en un youtuber y su canal ya cuenta con miles de suscriptores y 65000 visualizaciones. En sus vídeos, el señor Michetti habla del color, de los fundamentos de la pintura y muchos aspectos básicos de este arte que domina a la perfección. En su página de Facebook tiene miles de seguidores y subía (o sube, dato que desconozco en este momento) sus transmisiones en vivo, que son o eran seguidas por alumnos ávidos de aprender a sacar lo mejor de sí mismos.
Cuenta el señor Michetti en uno de sus programas que en un principio jamás se le habría pasado por la cabeza meterse en este jaleo, pero un alumno suyo le dijo que no era para tanto y le enseñó a usar el ordenador y las Redes sociales. Al principio, el profesor no sabía ni encender su ordenador, y míralo, enseñando ante la cámara, todo un youtuber perfeccionando sus videos…
El señor Michetti comenta riéndose:
Yo de computadores no entiendo un cuerno, pero intento vivir la vida moderna, es decir, sin entender nada»
Ya ves. La edad no tiene fronteras. Las cualidades humanas tampoco. Y es que todos estamos en el mismo barco. Llegar a la vejez no tiene que conllevar a la inacción y personas como Michetti nos demuestran que es posible mantener la ilusión y seguir enseñando (y aprendiendo) como el primer día.
Además, yo tampoco entiendo un cuerno de ordenadores y mírame, publicandoun artículo en Canal Literatura. Y no es el primero.
Un abrazo a todos los que hacéis esta página.
María José Martí, MAJOMAR
