Pisando huevos
Extraña esta época que vivimos, hay una suerte de condicionamientos llamados “sensibilidades” cuyo propósito final es coartar la libre expresión de ideas y opiniones convirtiendo la expresión de las mismas en una especie de coletillas políticamente correctas impuestas y publicitadas hasta la extenuación y que para más INRI incorporan multitud de palabras inglesas que, aún significando exactamente lo mismo, parecen no tener esa capacidad de herir que se le atribuye a las españolas. Toda esta suerte de cambalaches lo único que tratan es de camuflar las inseguridades, complejos, vanidades e incompetencia de muchos y la falta de aceptación de las propias limitaciones así como las consecuencias de algunas decisiones ciertamente controvertidas.
Cuando uno no sabe como defender su criterio o decisión, entonces se esconde tras el burladero de la herida de su “sensibilidad” diferenciadora convencido de que le proporciona “pedigrí” y que puede exigir respeto y aceptación haciendose la victima sin más mérito que esa supuesta diferencia.
Una web de Erasmus daba esta explicación sobre esta expresión:» Imaginad que tenéis que caminar sobre un montón de huevos, los cuales se van rompiendo a vuestro paso, derramando su contenido resbaladizo y pegajoso. ¿Cómo sería vuestra forma de andar? Lenta, irregular y torpe ¿verdad?»
Pues si, así es la forma de caminar de este país nuestro, “Lenta, irregular y torpe” Sorteando tanta suerte de complejos, inseguridades y sentimientos primarios no hay quien avance; con tantas “sensibilidades” tratando de imponerse al ser pensante, que se debe caracterizar por la argumentación de conceptos a base de razonamientos fundados, una dialéctica honesta y un mínimo de conocimiento y educación, estamos cercenando el intercambio de ideas, la creatividad, el impulso de innovar y de aprender precisamente de eso, de las diferencias.
Cuando uno cumple cierta edad, no está para ir pisando huevos ni “sensibilidades” y mucho menos cuando estas son puro artificio. Y si hay que exigir respeto para alguien es para los mayores, sí, para los viejos (no te asuste la palabra, tú también llegarás) los que conocen la trayectoria entera de muchas vidas, respeto a la experiencia, al conocimiento, a la sensatez. Todos somos sensibles y diferentes, ¡Qué narices! Nos identifican por huella digital o ADN porque no hay dos iguales.
Por supuesto que Sabe más el diablo por viejo que por diablo. Así que… Que cada palo aguante su vela, que quiere decir que “Cada uno ha de asumir sus propias responsabilidades, soportar las consecuencias de los propios actos y resistir los embates de la realidad, sin apoyarse o escudarse en los demás.”
Y si algo de lo dicho crea suspicacias o hiere “sensibilidades”, pues que se aplique este otro: El que se pica, ajos come, que viene a decir que cuando alguien se muestra en exceso susceptible o se siente directamente aludido por nuestras palabras es porque tiene mala conciencia. Si se molesta por una palabra inocente, pues sus problemas tendrá.
Los huevos, como dice The Times, son para hacer tertulias en torno a una tortilla de patatas, para ganarse el respeto a base de trabajo y esfuerzo, para conocer y conocerse, para ser honrado, conciliador, generoso, educado, prudente, concienzudo y humilde. No para pisarlos ni imponerlos a base de “sensibilidades”.
Brujapiruja
Es una buena reflexión y está muy bien expuesta,en términos correctos. Pero creo que también es un buen tema de debate, aunque éste no sea el foro oportuno.
En siuaciones tan delicadas, realmente no creo que haya alguien en posesión de una verdad absoluta. Y todas las posturas (creo) son defendibles. Y explicables.
Nadie tiene la verdad absoluta, en eso estoy totalmente de acuerdo contigo María Dolores. Pero la suma de puntos de vista puede ayudarnos a conformar mejor la realidad. El problema es que no se exponen (de ahí la expresión «pisando huevos») y menos aún de una forma razonada y serena, que entramos al trapo de decir sólo lo que se espera oir y eso si creo que es un error.
Como he dicho en otro foro, deberiamos acostumbrarnos a que discrepar es algo tan natural como vivir. Que no todos tenemos ni debemos pensar ni opinar igual, ni vivir de la misma forma. Que interesan las opiniones precisamente por ser diferentes y que mientras se diga lo que se piensa sin insultar ni ofender, todo es opinable afortunadamente.
Un abrazo, cálido, templado o como lo prefieras
Amen… No se como definir el texto… Incisiva, directa, clarísima,aguda, mordaz…. Le doy al botón «me gusta»