Ha robado tu alma una rosa amarilla,
me han dicho que la observas de noche sin cesar,
cuentan que por su imagen temblorosa y sencilla
una lágrima dulce tú has sabido llorar.
Como andaluza antigua de peineta y mantilla,
las malas lenguas narran que te han visto soñar,
y al veme rezagado ya en mi feroz buhardilla
algún torpe payaso se me ha puesto a burlar.
Ser Marcelo Galliano de qué me sirve ahora,
si una rosa ya muerta me marca mi deshora
mi soledad marchita que no quiero saber,
esa rosa maldita, soberbia y descarada
que en tu mano me muestra que ya no tengo nada,
que a mi jardín baldío… tú no vas a volver.
Marcelo Galliano
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