Hasta Soria con alma de viajero,
y la firme intención de visitarte,
he querido volver para besarte,
y sentir tu cauce vivo y lisonjero.
Por los Picos de Urbión y por Salduero,
me dispongo a partir para abrazarte;
visitar San Saturio, ese baluarte,
que se encuentra allá en lo alto, “prisionero”
Desde Abejar, Vinuesa y Covaleda,
tras las huellas de Machado, en un sendero,
he encontrado “La Laguna” y la vereda.
He escuchado ese rumor que tanto quiero;
porque en toda tu orilla y tu alameda,
eras tú quién suspiraba…, !hermoso Duero!
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Juan A Galisteo Luque
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