Una luna inacabada desgrana su mustia luz
y despunta el solitario mástil de nuestro océano de sábanas .
Todo es nieve en la mañana…,
tu vista se humedece en la luz helada
y mi alma se blanquea en tu alba desvelada…
Mi deseo ya desatado
restriega los escorzos de tus más altas ramas
y la pasión se renueva en el goteo de nuestras pinceladas.
Mi río nada ya entre las faldas de tu nevada
y verdea el cielo con sus espejos
mientras tu consciente hibernado
se fragmenta en mil cristales.
Tu voz se ahoga ahora sin remedio
entre irisaciones de blanco y azul helado
y los jadeos de la noche trepan por escalas de silencio
hasta morir cegadas en la altura.
La esencia de lo conocido termina al fin por aguarse
y el espacio sensual se diluye en las mil gamas de nuestro blanco primigenio.
Amor mío, amanecer nevado de mi alma
.
Germán Gorraiz López