Amo las horas grises de silencio
que pactan con el mundo
para rehabilitarme del pasado.
Despierto en la raíz de la caléndula
como vestal del sueño.
Vigilo entre la luz los círculos de niebla
y aúllo entre los árboles de plata.
Amo las horas negras de nostalgia
que arrebatan la aurora
a los niños perdidos en la ciudad sin verbos.
Asciendo por la ruta de la sal
como una diosa acuática del numen.
Observo sin temor la Vía Láctea
en medio de las líneas siderales
que trazan estrategias de cenizas.
Amo las horas blancas de la lluvia
que conforman la bruma en las aceras
de la urbe prendida
en las encrucijadas de la rosa.
Ana Muela Sopeña
Blog de la autora
El color de las horas que amas, mientras delineas con tus versos un profundo y hermoso poema de dolor y también de esperanza.
Magnífico, Ana, nos llevas hacia otro cosmos, a soñar, a ver…
Un abrazo grande
Ío
Gracias, Ío, por acercarte a mi poema con tus hermosas palabras.
Encontrarte entre mis versos siempre es motivo de alegría. Aprovecho para desearte lo mejor de lo mejor en estas fechas.
Un abrazo
Ana