Azul. Por Anna Genovés

…”Habrían pasado cinco meses de su retorno al hogar, cuando alarmó a sus amigos una segunda y no menos brusca desaparición. Pasaron tres días sin que se tuviera noticia alguna. Al cuarto día, el cadáver apareció flotando en el Sena14, cerca de la orilla opuesta al barrio de la rue Saint-André, en un punto no muy alejado de la aislada vecindad de la Barrière du Roule15.

La atrocidad del crimen (pues desde un principio fue evidente que se trataba de un crimen), la juventud y hermosura de la víctima y, sobre todo, su pasada notoriedad, conspiraron para producir una intensa conmoción en los espíritus de los sensibles parisienses. No recuerdo ningún caso similar que haya provocado efecto tan general y profundo. Durante varias semanas la discusión del absorbente tema hizo incluso olvidar los temas políticos del momento. El prefecto desplegó una insólita actividad y, como es natural, los recursos de la policía de París fueron empleados en su totalidad”…

Extracto de El misterio de Marie Rogêt

Edgar Allan Poe

Azul

Desierto azul, desierto sin agua

nubes de oro, nubes doradas

se marchó a pasear por la cuenca vecina

y no volvió a pintar

y no volvió a su casa

era una joven esbelta de cabello brumo

y  ojos escarlata

una joven apocada

de palabras mudas, silentes, veladas

era  una joven hermosa

con un corazón de fuego

y un alma cegadora

era

era

era

una joven esmerada

que no miraba a nadie

y a nadie amaba

se quedó bajo el agua

en una fosa de seda

cuando volvió del desierto

su morada estaba yerma

su cuerpo magullado

y sus miembros eran hiedra

la forzaron bajo un olivo

y la dejaron sin alma

nunca volvió a pasear

nunca salió de casa.

Azul

Anna Genovés
22/03/2014
Derechos reservados a su autora
Imagen tomada de Google
mis agradecimientos a
Veles Photography Co. Uk. 2011

anna

Valenciana de nacimiento y ecuménica de pensamiento. Tengo alma de poeta y mi corazón está tuerto. Funambulista de la vida, mis ojos ha visto innumerables historias y mis dedos han tecleado todo tipo de cuentos... Tantos como años tiene Caronte. Soy disléxica y disgráfica como John Irving, Roberto Bolaño, Wendy Wasserstein o Scott Fitzgerald... Y, millones de personas, a las que les cuesta aprender idiomas o confunden, por ejemplo, "niño" con "nicho". Pese a ello, tuve la suerte de ir a la universidad y licenciarme en Historia Antigua y Arqueología/Prehistoria. Colaboro en distintos medios digitales. Escribo cuando me inspiro y soy bloquera a ratos. He publicado dos novelas: Tinta amarga y Bovary 21. Habrá más: os lo aseguro. Van rulando por los cajones y me piden salir a la luz.

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