Blanco muerte. Por Anna Genovés

 

 

«… Noté que todos en aquella casa amaban al animal más de lo que aparentemente se amaban entre sí. Yo también le cogí cariño porque por lo menos demostraba la alegría de vivir que no existía al parecer en los pechos de los demás habitantes de la casa. Cuando poco más tarde don Mateo me acompañó a mi cuarto y se despidió de mí deseándome buenas noches volví a experimentar la angustia de soledad que me acongojase una hora antes. Encontré mi habitación fría, destartalada, envuelta en un ambiente de tristeza que lo impregnaba todo, cama, armario, mesa y hasta mi propio ser. Temblaba al desnudarme aunque el frío no había comenzado aún a desenvainar sus cuchillos. Me daba la sensación de que todo todo, hasta las paredes y el techo de la habitación, estaba húmedo de melancolía. Por otro lado nadie se preocupó de llevar a aquel cuarto la caricia de un detalle. Todo raspaba, arañaba como raspan y arañan las cosas prácticas No existía una cortina o una estera o una colcha o una lámpara con una cretona pretenciosa. Allí todo era rígido como la vida…»

Extracto de La sombra del ciprés es alargada

Miguel Delibes

 

Blanco muerte

 

 

Blanco muerte

 

Vientos cálidos

azotan a España

engendros cuajados

cuerpos de paja

picando sus partes

mordiendo su rostro de porcelana

 

Tras devorar la carne

huyen los girasoles

los campos enmudecen

 

El país se rompe

partículas solitarias

 

La tierra está seca

agrietada

las campanas tocan a muerto

y el muerto está en Tierra Santa

 

Pisadas íberas

griegas

romanas

huellas de púnicos

mezcla de civilizaciones

fusión de razas

 

Judíos y musulmanes

cristianos y sátrapas

 

España llora sangre

lágrimas que surgen del valle

del agua

de la montaña

capa de guadaña

 

La piel de toro

escupe su pena

vomita sus ofensas

arroja su plasma

 

Blanco muerte

con cianuro en la mirada

 

Todos a una

discurriendo en la mañana

cerúlea

degollada

 

Guillotina afilada

angustia provocada

el fin de los días

la nada

 

España vomita sangre

su corazón herido

su muerte precaria

 

Agujeros de hierba

de montañas y cítricos

de rostros ajados

de fino lirio

de amor tirano

y alma que calla

 

©Anna Genovés

03/05/2014

Derechos reservados

a su autora

Propiedad intelectual

V-490-14

 

PD:  Dedicado a todos los países que, por uno u otro motivo, se desangran inmersos en su vía crucis particular.

 

anna

Valenciana de nacimiento y ecuménica de pensamiento. Tengo alma de poeta y mi corazón está tuerto. Funambulista de la vida, mis ojos ha visto innumerables historias y mis dedos han tecleado todo tipo de cuentos... Tantos como años tiene Caronte. Soy disléxica y disgráfica como John Irving, Roberto Bolaño, Wendy Wasserstein o Scott Fitzgerald... Y, millones de personas, a las que les cuesta aprender idiomas o confunden, por ejemplo, "niño" con "nicho". Pese a ello, tuve la suerte de ir a la universidad y licenciarme en Historia Antigua y Arqueología/Prehistoria. Colaboro en distintos medios digitales. Escribo cuando me inspiro y soy bloquera a ratos. He publicado dos novelas: Tinta amarga y Bovary 21. Habrá más: os lo aseguro. Van rulando por los cajones y me piden salir a la luz.

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