Cantar de la golondrina de las cavernas
Con el ala te rozo al volar, mi pájaro constructor.
Voy volando a tu lado, silbando en tu oído
melodías que sólo los pájaros sabemos interpretar,
cantos de significado sensual
que los observadores de aves ignoran.
Con tu saliva y tu pico minucioso y tu espíritu
has moldeado, para formar nuestro nido,
un cuenco de paja delicada, engomada al muro.
¿Cómo será el polluelo que nos hable en nuestro idioma
sin antes habérselo enseñado? ¿Tendrá mi rapidez?
¿Tendrá el elegante moño rojo de tu cuello?
Le has dado volumen material a mis ansias
para empollar una esperanza cálida y segura
en este sótano donde nos aferramos juntos,
ala con ala, a un abismo de sombra,
a esta caverna como la boca de un animal rocoso
donde colgados hay millares de murciélagos
que escupen y buscan niños para extraerles sangre,
asilo de pavor como el interior de una ballena yerta
que, a veces, exhala letales vapores,
humaredas de aniquilación desde las profundidades ignotas.
Aleqs Garrigóz