XVI
Arráncame la risa
No hay nada inventado:
salgo a beber tu boca;
boca, pino y cristal juramentado;
borde terrible y de alegría
que estalla prófuga de orillas,
que estalla miel y aguamarina;
sílaba desbordante y de saliva
en la cintura alegre del pájaro en la viña;
ámbar cilíndrico que arrastra
y vuelca mi boca hacia tu boca
en un trapecio de lenguas adheridas,
en un compendio que fulmina y recrea
poses de acacias encendidas;
lengua y boca que rubrican e inventan coronas
de tapiz, marchas y delicias,
y siembran el campo con un canto
de oro y de semillas.
¡Arráncame la risa!
¡Arráncame en tu boca
mi boca peregrina,
la lengua viva,
la garganta blanda
que va desprevenida,
el olor a hierba
y la energía del cuerpo,
mundo, oficio, dentadura,
que a mí me disemina!
Salvador Pliego
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