No te ensañes del árbol ya caído,
hiriéndolo con celo y con enojo,
¿no estás viendo su cuerpo en el rastrojo
pisoteado a tus pies, triste y rendido?
No te sirvas cobarde del vencido,
que valientes los hay con más arrojo,
no practiques el odio, ni el mal de ojo,
con infamias que dañan el sentido.
Más valdría, simiente de despojo,
que ayudaras con alma al desvalido
sin comprar la vergüenza y el sonrojo.
¡Cuántos habrá que hundiendo a un ser querido,
cubren de sal, de hierba y de matojo,
ese hermoso rosal ya florecido!
——
Juan A Galisteo Luque
Del poemario Romances en la penumbra
Derechos registrados
blog del autor.
Qué maravilla.
Gracias,
VVRR.