Campanas, ¡latid al viento!
!Latid al viento, campanas!
que no quiero despertarme
tan triste por la mañana.
Un viento frío se extiende
como hielo a mis espaldas
y quiero sentiros cerca,
antes de que alumbre el alba.
Vosotras, mis compañeras,
que sois mi dicha y semblanza,
¡no quiero que estéis dormidas!
¡no quiero que estéis calladas!
¡Latid ansiosas al aire!
Al viento, ¡latid campanas!
con esa inmensa alegría
que acaricia la nostalgia.
Sois, como pájaros vivos
que duermen bajo las ramas
y que al albor se despiertan
con ansia y dicha temprana.
Yo quiero que hagáis vibrar
los vidrios de mi ventana,
cubiertos de luz y sombra,
envueltos en sombra y agua.
Campanas de bronce y sueños,
esta noche, cien miradas
de fantasmas se acercaron,
dejando huellas extrañas
sobre mis cabellos negros
y, yo quiero que se vayan
lejos sin sembrar más dudas
de las que tengo en mi alma.
¡Lanzad vuestra voz al viento!
¡Mi corazón os aguarda!
Y entre latido y latido,
allá, donde el mar no alcanza,
resuenen vuestros sonidos
que son como mil palabras.
¡Qué importa si no os escuchan!
Sentimiento y esperanza,
donde estén, allí os esperan…,
¡Latid por siempre, campanas!
—–
Juan A Galisteo Luque
Blog del autor
Del poemario: Versos de luz y de sombras.
Derechos registrados
Juan, me gustó muchísimo este poema, ya te lo comenté en tu blog.
Tiene una cadencia extraordinaria y transmite una paz y alegría muy parecidas al tañer de esas campanas… Yo diría que son campanas de celebración 🙂
Un beso de domingo recién estrenado…
Muchas gracias amiga, esperemos que las campanas de todo el mundo permanezcan vivas y siempre unidas al lado de nuestros corazones.
Te envío un fuerte abrazo. Juan.