Buenos días, amigos y colaboradores de Canal Literatura.
Estaba revisando el blog y he visto este poema… De inmediato, me he dicho a mó misma: «Anna, esta prosa poética no la has compartido con tus amis de Canal Literatura. ¿A qué esperas?». Y ¡heme aquí! Con vosotros. Muchas gracias por vuestra amabilidad y muestras de cariño.
Un abrazo,
Anna
Desde el infierno
El hombre dijo que el suicido era la prolongación de la vida. Lo dijo ayer. Lo dice hoy, cuando el cuerpo se pudre y los ojos son de hormigón. Boca pequeña; sonrisa de medio lado. Carne flácida que resbala por las camisas. Medias lisas. Sujetadores apretados.
Podría volar por los aires
derramar los órganos
sobre el chasis de un camión
tomar sedantes…
Sigue impasible, mirando la vida con una jeringa adherida al brazo. Línea vital que no cruza. Lado oscuro rechazado. Engaños y más engaños. Las mujeres lo retienen; llenan sus pulmones de opio: flor maldita. Sábanas luctuosas.
Sexo paralizado en una baldosa
miradas viciosas
soplos de aire turbio
burdel nocturno.
Junto a Baudelaire y Lautrec, hablando de horrores. Glandes inertes. Las meretrices se masturban con la muerte. Botellas de absenta vacías. Pitillos en ceniceros. Delirium tremens. Nada es lo que parece. ¿Por qué los poetas se suicidan? ¿Por qué lo escritores mueren?
Él se nutre de rencor
ellas de esencia viva
mientras devoran
corazones, suspiran.
Venas largas, encharcadas en la noche. La noche que no se acaba. La pobre noche. Mentes prodigiosas derramadas en un cuenco. Un cuenco con sangre negra. Un cuenco. Mueren una y mil veces. Liberan su mente atrapados en un foso. Un foso que nunca muerde. Un foso.
Espíritus amputados
huesos de cristal
músculos de hiedra
intestinos de metal.
Desde el infierno
entrañas de vida.
©Anna Genovés
02/04/2013
Modificación 03/08/2014
Propiedad intelectual
V-488/490-14
The sisters of mercy – When you don’t see me (subtitulada)
Tremendo Anna. Demoledora visión de una realidad donde no hay anestesia posible. Una realidad tan dura como tu texto: fiel a los estragos existenciales de muchísimas mujeres en el abismo de la prostitución.
Enhorabuena. Un abrazo.
Un poema que golpea es siempre un buen poema.
Un beso fuerte, Anna.
Gracias a todos. Siento que, a veces, tantas muestras de cariño. Un abrazo muy fuerte, Anna