Dos. Por Betty Badaui

No sé si fue el inicio de una historia cualquiera
sí sé de la tristeza que flota en el silencio…
Las gotas sobre el pelo desteñido de lluvias
amortiguaron penas o fingieron hacerlo.
Era el mes de setiembre, mes de llamaradas
y de dragones ávidos de amor y de fuego
se fundieron los rayos en el vientre del día
que auscultaba las pieles y abrasaba los huesos.
Cómo culpar al hombre que a la mujer descubre
en la lengua del aire, en la flor y en el eco…,
cómo acusarla a ella si es quien cubre el vacío
y de sueños ardidos es tan sólo el velero.
Era el mes de setiembre, era el mes de la esfinge
con sus ansias de vuelo y con espinas al viento
como piedra desnuda que desea un ropaje.
La mujer, con su herida palpitando en el pecho,
hoy escribe palabras y no sabe si existen
los ciruelos morados y los ocres en lienzos.

BETTY BADAUI
Rosario-Argentina
BLOG de la autora

Un comentario:

  1. Es grato estar aquí por medio de la palabra, va mi agradecimiento por la difusión de autores.
    Cordial saludo.
    Betty

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