El amor del aire
El arroyo sigue su curso
sin esperar mi sed;
él
enjuaga su cólera contra las piedras
ajeno a la boca que aliviará.
Las aceras no esperan mis pasos
para ofrecerse inconmovibles
a la huella.
Todo sigue sucediendo
ausente de mi presencia.
Fértil y enérgica sigue la lluvia
suicidándose contra el asfalto.
Los pájaros van de cable en cable
huyendo de aquellos que no sabemos
volar.
Un helecho no ha de saber mi nombre
para fertilizar el margen seco.
La encina me mira, y altiva resucita
con su ovalada copa, perenne
sin mi fugacidad de consumada carne.
Pero el aire, ah, el aire,
amante conmigo unificado.
Él siempre espera, tras una inhalación,
la próxima. Altruista, desprendido.
Me da la vida sin esperar nada.
Me espera para seguir siendo.
Pilar Gorricho
Hace poco, en un taller de poesía, nos preguntábamos cuál era nuestro ámbito, aquel con el que nos identificábamos. Nuestro escenario poético. Yo contesté que la lluvia, con todas sus connotaciones de nostalgia. Celebro que tú bebas del aire.
Muchos besos.
Precioso. Mis imagen del día: «Fértil y enérgica sigue la lluvia /suicidándose
contra el asfalto. / Los pájaros van de cable en cable / huyendo de aquellos que
no sabemos / volar.»
Un abrazo y Feliz 2016.
Muchas gracias a ambas por ser tan amables y buenas amigas.Un beso de corazón.