El MURO
Y de repente
se corporizó la verdad
vertical y absoluta,
como un silencio,
en este muro infranqueable,
colosal y duro,
donde las pocas palabras
que nos quedaron
por pronunciar
se estrellaron contra él
y regresaron
como el eco burlón del tiempo
y sus circunstancias.
Este muro emergente
entre nosotros
es un monstruo de cristal
a través del cual
ya no nos vemos
como éramos
ni como nos recordábamos
y mucho menos
como soñábamos vernos
en el futuro.
Este muro es el ojo
implacable de la realidad.
No esa realidad
a la que estábamos
tan acostumbrados,
que se nos grabó inalterable
y la recreábamos a diario,
de memoria sin pensar
casi como un rito cotidiano,
sino la verdadera realidad,
la que fue cambiando
y preferimos ignorar,
para no enterarnos
de que nosotros
dejábamos de a poco
de ser los mismos.
Mientras, este muro crecía,
hasta que se convirtió
en un gran cíclope que impide
que sigamos momificando
los restos del amor.
Eve V. Gauna Piragine
Una delicia leerte.
Ese muro tan real como explicas y tan sutil…»Este muro es el ojo
implacable de la realidad».
«se estrellaron contra él
y regresaron
como el eco burlón del tiempo
y sus circunstancias.»
Así la realidad, se planta un día ante nosotros.
Un fuerte abrazo
Así es ése muro, la realidad propia de la vida misma y de nuestras actitudes; que un buen día, se presenta adversa ante nuestros ojos y que no podremos mirar a otro lado. Un muro tan fuerte, que nos hará recapacitar en nuestra osadía, pensando en ese dicho de que: -Nunca nos equivocamos y son los demás quienes lo hacen-
Un poema con una excelente reflexión de contenido. Un saludo Juan