El pájaro. Por Luis Oroz

La tarde huele a incienso,
el mar es una cripta y exhuma la marea un cadáver de pájaro.

-Me gusta investigar,
jamás fui conformista con el duelo
que nos deja preguntas en los labios.

Parece que murió de forma rápida,
demasiada distancia hasta el hotel más próximo
donde dejó su nido.

Tal vez era mayor para volar
sobre un cielo privado.

No está clara la causa de la muerte;
una lata vacía de cerveza
emborracha a las olas
con la añeja constancia de su óxido.

-Pensaba que las aves se morían
deshechas en caricias por el cielo.

Pero llegan sus plumas, casi abstractas,
dibujadas al óleo sobre el muelle.

-La verdad es cruel cuando no encuentra un lugar habitable.

!Ya tengo mi teoría!
poco importa,
prefiero sonreír como vosotros.

Es de locos pensar que en este siglo
se han empezado a suicidar los pájaros.

(Del poemario inédito «Un sueño en equilibrio» sobre el cambio climático.)

Luis Oroz
Blog del autor

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