El arte de envejecer es el arte de conservar alguna esperanza.
André Maurois
El sueño de las palomas
Tu pan,
la última migaja de la vigilia,
en tus articulaciones
inmortales a la excusa.
Cuántos cuentos de érase una vez.
Justo llega el pan para tanta hambre.
Y todas las bocas llenas de palabras,
y todos los predicadores
derrochando el veneno de los profetas.
Y todos los cantos, zarzas de los prodigios.
Y todos los meses, el estiércol
en el cementerio de los números.
Ansiabas el día de palomas como se ansía
la niebla para no divisar esta escombrera.
La similitud abierta
entre el ayer y hoy.
¡Ah!, la similitud y el obstáculo
en lo extraviado de las rosas de sangre.
Nada cambia,
ayer el pan para el hijo;
hoy
más pan,
para los hijos de tus hijos.
Y las palomas, esperando.
Las palomas,
asiduas a la arruga de la recompensa.
Ellos volaron
pero han regresado a comerse las perdices.
Hay un rumor bastardo en los finales
áspero,
inconmovible.
La honestidad de ser de la espera
cónclave útil al habito
cuando todo está parado.
–La insignificancia
de los infelices en la espuma de la ciudad.–
Ellos también lo están.
Tu pan, su pan, nuestro pan.
Saberse el camino de tu mano
y besarla
como quien conoce la finitud del surco.
El sueño de las palomas, solo eso.
Te prometieron una vejez
de césped y reposo,
pero las promesas son hijas bastardas
del adiós
cuando los dientes multiplican
el itinerario del tiempo.
Ahora que las aceras son inútiles
las palomas te siguen esperando
sin saber que quizás
cuando el cuento acabe
comience el verdadero.
Érase una vez…
en un lejano país.
Pilar Gorricho
Un gran poema Pilar, que no es un cuento, sino el reflejo real de la vida misma; momentos que nos rodean llenos de versos y de verdades afiladas.
La verdad me ha llegado profundo. Te envío mi abrazo poeta. Juan
Precioso poema, como todo lo que leo de tu pluma.
Muchísimos besos.
Cuánta belleza hay en este poema, Pilar. Un cálido abrazo.👏👏👏