
El sueño
Una timida y calida lagrima,
resbala por la mejilla,
mi prestado cuerpo tiembla,
la ardiente piel siente el peso de la caricias de la otra piel,
el alma desnuda se agita, bajo la transparencia del manto del deseo,
mientras mi cabello revuelto,
reconoce su negrura,
con el languido rayo de un sol adormecido,
sudorosos vientos de pasion se mesclan con los polos frios de la añoranza,
formando vientos huracanados que avansan hacia un futuro insierto,
todo es un sueño,
tan irreal como la vida misma,
abro mis ojos, para darme cuenta,
que el sueño que soñaba,
solo existia en el espacio de la demencia,
aun asi, mi cuerpo tiembla,
la mente divaga, buscando este sueño perdido,
el corazón latente no cesá su grito ahogado,
la asustadiza respiracion entrecortada,
clama por la calma, refugiandoce en el mas profundo de los suspiros,
lentamente huye la obscuridad de la noche,
resignada a dar lugar a la claridad del dia,
por la rendija de la tolerancia,
transmina un dulce olor a manzana y tierra humeda,
escuchando a los pajarillos, regalar sonrisas, salpicar afectos,
papalotear amores,
mi corazón desplega sus enormes alas,
para empezar el matinal paseo, por los campos de la alegria,
acompañado de un fiel recuerdo.

Bernarda Enriquez
