Cuando naces, aprecias su sonido,
que es el mismo de tu propio corazón,
y enlazados en un beso de pasión,
tiempo y vida, serán de igual latido.
Vas creciendo y olvidas que has vivido,
y un buen día, primavera de ilusión,
te recibe el pensamiento, la razón,
recordando las flores que has querido.
Un otoño febril en su porfía,
ofrecerá momentos a tu suerte
colmados de esperanza y de alegría.
Hasta que el frío invierno te despierte,
y ese segundo de melancolía,
te acompañe en silencio hasta la muerte.
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Juan A Galisteo Luque
Blog del autor
Del poemario: Versos de luz y de sombras.
Derechos registrados
Juan, no sabría decirte si este poema es de mis preferidos, pues en realidad, ¡todos los son! 😉
Cualquier aspecto de la vida que recorre tu mágica varita de versos, lo conviertes en un dulce compendio de emociones que nos llegan al alma con sus dedos de terciopelo… Ya te dije en tu blog que no había leído nunca una forma tan hermosa de describir el tiempo.
Te felicito, por tu sensibilidad y por compartirlo con nosotros.
Un fuerte abrazo, Juan.
Muchas gracias por tu amable comentario amiga.
Te envío un abrazo. Juan