Tengo miedo de salir a la calle
y que me quemen viva con la lava
que me están arrojando los tiranos
para hacer cenizas las verdades,
para eliminar las evidencias
de su cacería salvaje,
inhumana y desmedida;
pero más miedo me da no ver brillar la vida,
más miedo me da caminar descalza,
sin ganas, en ruinas y sin alma,
esquivando los cadáveres,
con sangre pintándome los pies
como la señal ineludible
de que tal vez seré yo,
seré yo,
seré yo,
seré yo
la que sigue
en esta escalera de cuerpos
que es de bajada hasta el infierno.
Puede ser que sea mi cabeza
con la que formen el próximo escalón.
Si es que nadie detiene a los tiranos,
si es que nadie se conmueve,
puedo ser yo o puedes ser tú,
puedo ser yo o puedes ser tú.
Y si eres tú arderán los huesos
de tus padres y de tus amigos
y si soy yo se caerá el cosmos
sobre los hombros de mi madre
y correrán diez mil arañas
entre las venas de mi padre,
se apagará la luz
en los cuartos de mis amigos
y no saldrán más de la cama
por miedo a ser los que sigan.
Y si ellos siguen o si sigue alguien
al final seguiremos todos,
al final nos matan a todos,
al final no queda ni el recuerdo.
Por eso estoy en pie de lucha,
escribo para defenderme,
escribo porque lo prefiero
antes que ser delincuente,
escribo para protestar,
escribo sin saber de leyes
ni de sistemas ni política
ni de retórica ni rimas.
Escribo porque soy humana
y eso me da la autoridad
para sentir, para no ignorar,
para la empatía con las víctimas,
para la solidaridad con sus familias.
Por eso estoy en pie de lucha,
temblando en todas mis esquinas,
tiembla mi casa pero más tiembla mi patria
y es ese temblor el que me puede de verdad.
Tengo miedo de la lucha,
no me doy aires de valiente,
siento cómo me deshago
y cómo se tocan mis dientes;
pero pienso en el futuro,
entierro las uñas en un sueño
que hoy parece humo
en el que no se asoman fantasmas
y en él veo mi propio rostro
y el de todos mis hermanos
sin un rastro de angustia
y sin envidias y sin balas.
Y como yo quiero,
yo quiero,
que ese sueño se cumpla,
por eso sigo, y seguiré, en pie de lucha.
Chalico