Escribo porque escribo.
Nada de esto es literatura, mucho menos poesía.
Si a menudo separo mis desvaríos en versos,
es por mera diversión estética.
Escribo porque escribo.
Me siento más cercando de Cortázar que de Garcilaso.
Mis letras son el caudal donde persigo el flujo
A veces desembocan río arriba,
como salmones exasperados para dejar un huevo.
Escribo porque escribo
No cuento las silabas, pues perdería en cada verso.
Nada de esto es formal.
Es la escritura espontanea en donde nace el sol.
No me hacen falta los reflectores,
sino la claridad del pensamiento que se evade.
Soy una especie de estalagmita que alcanzó la cúspide,
y también una estalagmita que se desploma sin pesar.
¿Adónde el valle, adónde la montaña?
Ahí se encuentra mi frontera de la realidad con la ficción.
Iben Xavier
Gracias mil, LUISA, por publicar estas letras.
Besos – IBEN