La noche me persigue, con afán de depredador hambriento.
y yo huyo por las callejas, herido y cojeando
en busca de refugio, de esconderme entre tus sábanas,
y hoy no sé si podré deshacer el entuerto.
una luna de cera se asoma entre enjambres de oficinas,
un niño enfermo y solitario tortura una mascota de trapo
que apenas emite un quejido en respuesta al dolor
las paredes de los edificios son trasparentes
al dolor y el llanto de las madres que esperan
y el ruido es tan intenso que grito de dolor.
el sucio sueño del acosador
un colchón de alfileres recibe los sueños de los niños, y las chimeneas
asisten al suicidio en masa de las mariposas,
enjambres de monedas y prozac acunan los sueños de los niños
el muñeco de trapo cuelga balanceándose del cuello, en un péndulo tétrico y macabro. Una sonrisa de hilos rojos se adivina en su rostro.
los perros de piedra devoran pajarillos muertos, y las flores de plástico lo cubren todo, y el aroma estéril de las jeringuillas revienta el pecho del ruiseñor.
Una melodía de ambulancias completa una banda sonora de gritos y lamentos
al fin los que se fueron son los afortunados
llego a tu puerta escapando de los cristales rotos y el reino de los espejos
ya sé que tienes un millón de amigos
el viento lo es todo, porque tiene el poder de mover las nubes a voluntad
y las avispas le hacen caso
mis pupilas no soportan más la luz y las palabras hieren más que las agujas
los silencios………… pero se hacen soportables
otra vez voy a reprocharte que siempre olvidas la raíz de los helechos
el sueño de las arañas, de víctimas colgando de sus telas, de animales muertos, de vida rota
de tumbas infinitas colgando de las paredes
de arcángeles con sonrisas furtivas, de espías domésticos, de enfermos peligrosos
Doctorv
Sin palabras me ha dejado esta sucesión afilada de imágenes; esa noche ante los ojos, con todas sus miserias, con todos sus miedos; y el poder lacerante del desasosiego. La construcción en versículos, el apresuramiento en la puntuación, todo nos encamina a la zozobra de la oscuridad y la pesadilla.
Magnífico.
Gracias Elena; intento advertir, en cierto modo, de los ojos monstruosos que acechan bajo nuestro bienestar; me hubiese gustado terminarlo mejor, afinarlo, pero nació así, prematuro, y así queda…
Espléndida manera de retratar esas tinieblas subyacentes. Imágenes terribles y oscuras pero magníficamente contadas.
La fuerza no espera jamás de afinamientos; enhorabuena por fluir desde ella.
Un abrazo.
Sí que es bueno, muy bueno. Desgarradora sucesión de imágenes de esta sociedad deshumanizada, que ha olvidado de donde venimos y quienes somos.
No he podido evitar recordar «Poeta en Nueva York» de García Lorca. Seguro que a él le gustaría mucho leerte y me atrevo a copiar unos versos de «Grito hacia Roma» que nos llenarán de esperanza:
«Pero el viejo de las manos traslucidas
dirá: amor, amor, amor,
aclamado por millones de moribundos;
dirá: amor, amor, amor,
entre el tisú estremecido de ternura;
dirá: paz, paz, paz,
entre el tirite de cuchillos y melones de dinamita;
dirá: amor, amor, amor,
hasta que se le pongan de plata los labios.»
Carmen, yo tampoco, de hecho puedo olvidar «Poeta en Nueva York», para mí la mejor poesía que se ha escrito.