Pechos, biberones, papillas
pañales, abrazos y besos
hoy ayuno, esta noche no duermo
y cada noche recojo su sueño
y lo envuelvo en mis sueños por verlo
hecho un hombre buscándome el cielo:
Para ti madre mía traigo un trono
por haberme plantado en tu centro
y a pesar de ser joven, ser madre
y dejar de soñar con tus cuentos.
A la abuela le brillan los ojos
cuando erguido tropieza con sombras
cuerpecitos que tienen imanes
para abrazos, caricias, lisonjas…
¡Cómo crecen sus pies!, sus zapatos
encarcelan sus hábiles dedos
y la ropa menguante no acaba
de tapar infantiles excesos
Llega el cole, amigos y letras
son tres años rellenos de estrellas
y su madre a su lado y su abuela
un día bueno, otro malo otro a medias
van llenando su humilde existencia.
Ya son cuatro los años que cumple
y hay tormentas de negros presagios
que formándolas van negras nubes.
De futuro y de besos privada
a esa niña que pronto fue madre
y pariera tres kilos de hambre
La esperanza le vuelve la espalda
¡Cuánto amor le salió por la boca
a esa niña mirando en secreto
a su hijo y casi sin fuerzas
apretándose el nudo en el cuello…!
ya su hermano y su padre la esperan
pa indicarle el camino del cielo
que a pesar de la soga un buen padre
no abandona a una hija con miedo.
¡Sabrá Dios perdonar tanta hambre
de justicia, de pan y de duelo!
Padre nuestro que nadie nos calle
no permitas ni un rico en el cielo.
Y hazle sitio en la calle a ese niño
que en el próximo cinco de mayo
buscará, su regalo en la mano,
un abrazo y un beso infinito…
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