Hoy verás que se muere todo lo que vivimos,
al igual que el buen vino se termina el amor,
y esto que ansiosamente gustamos y bebimos
dejará en cada boca los restos del dolor.
Será, por qué negarlo, la rosa deshojada
que ni te imaginabas cómo iba a terminar,
porque en el mundo estaba para ser perfumada…
mas derrochó su aroma de tanto perfumar.
Y al igual que esa rosa o ese vino bebido
los años que pasaron los tachará el olvido
con su crayón perverso de ocaso carmesí.
Y todo eso que fuimos lo llevará la brisa,
no guardará la historia ni esa tibia sonrisa
que una tarde de lluvia mentiste para mí.