He zarpado en la nave del recuerdo,
he explorado cada centímetro de tu cuerpo,
he rememorado el aroma de tus besos
y me he dejado llevar por un mar de deseo…
He cerrado los ojos sin importarme el mundo,
he roto con todo por un abrazo tuyo,
he clausurado puertas por estar a tu lado
y he confesado que contigo soy un ser amado.
He gritado tu nombre junto al mío,
me he aferrado a tu alma a fuego lento,
he fundido tu cuerpo en uno solo
y una sola frase: «te siento»…
Dime que tu amor es cierto,
que no sueño despierto,
que en tu regazo soy un ser opuesto
a aquél que convirtieron en muñeco de trapo,
y que en un susurro aguardo
al sentimiento honesto de tus abrazos.
Ven, amor mío, al mundo de la luz
donde los sentidos son la clave
de la felicidad entre tu alma y la mía,
entre tu nombre y el de este ser deshecho
que sólo busca ser feliz con una mirada tuya.
Ven, que zarpamos juntos…
ISIDRO R. AYESTARAN, 2007
Nostalgia de alguien, sentimientos que se alejan en la distancia ficticia. Me gusta el trasfondo y el tono.